- Área: 5600 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Jorge Taboada
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa Espiritual, corona una de las tantas colinas que componen la espectacular Sierra Madre Mexicana. Fue concebida como una edificación que se integra, por la parte del entorno, al majestuoso paisaje natural, geografía y topografía de la zona, y por la parte física, se integra al edificio principal, el cual data de los años 60's y está construido principalmente en ladrillo.
Es edificio se planteó con un esquema muy abierto, con vistas continuas ininterrumpidas al entorno circundante, el cual poco a poco se adapta a la topografía tan aleatoria y discontinua de la zona.
La geomorfología de la propiedad genero algunos retos durante la etapa del diseño, ya que de forma contradictoria a la condición del terreno, el programa arquitectónico requería una planta sin desniveles para facilitar el tránsito de adultos mayores, personas con capacidades diferentes y/o mujeres embarazadas que asisten de manera continua al edificio, y por lo cual, la condicionante principal era evitar el uso de escalones en la medida de lo posible.
“…Diseñar gran parte de los espacios basados en la Proporción Divina / Sección Aurea nos permitió encontrar musicalidad, ritmo, belleza y equilibrio en cada una de las partes que componen el conjunto…”
El programa arquitectónico soluciona una compleja red de pasillos y circulaciones que, por funcionamiento y concepto, requiere que estas no puedan tocarse entre sí, llamadas “Circulaciones Blancas” y “Circulaciones Grises”.
Al interior, a manera de minimizar la paleta de acabados, texturas y colores, logrando una sensación hogareña y cálida, los materiales son básicamente Ladrillo, Cristal y Madera, logrando acentos de color en elementos característicos alusivos a esa colorida “Mexicanidad” en la Arquitectura; lo anterior permite que la atmosfera completa del edificio maximice la interacción sensorial entre el contexto, el edificio y el usuario.
En el exterior, la Casa Espiritual se percibe como un edificio de colores rojizos-arcillosos, producto de la materia prima del ladrillo. Existen detalles y volúmenes en color blanco, que sobresaltan de manera deliberada, para dar esa sensación de sorpresa y de descubrimiento al deambular en el conjunto.
La cocina, ubicada al centro del complejo, da servicio a los distintos espacios que se encuentran alrededor del conjunto; además, la cocina cumple con la necesidad de ser escuela para huéspedes temporales.
Como parte de la rehabilitación del entorno, los árboles que contaban con algún tipo de deficiencia, salud en deterioro o simplemente secos, se retiraron y remplazaron por nuevos Pinos; estos árboles retirados fueron reutilizados en elementos arquitectónicos en bardas, bancas o elementos decorativos. Las ramas más pequeñas se utilizaron como composta en un área de gran extensión en la parte alta de la propiedad.